miércoles, 30 de octubre de 2013


Centro Universitario UTEG
Licenciatura en Nutrición

Economía y política alimentaria

 

“Obstáculos, limitaciones y fallas de los programas y políticas alimentarias implementados en  México.”

 

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García Torres Linda Victoria Carolina
5°A         Turno Matutino

Docente:

Vetsi Noemi Ramírez Hurtado

1 de Octubre de 2013

 

La alimentación así como la salud se declara un derecho constitucional, por tanto todos los individuos deben contar con alimentos de calidad para evitar la mal nutrición, y prevenir enfermedades a futuro. Dicho lo anterior el gobierno así como algunas otras instituciones descentralizadas optan por generar programas e iniciativas de políticas alimentarias para más allá de evitar un problema de salud pública, desean el evitar gastos un ejemplo a corto plazo es utilizar médicos en su implementación debido a que ahorraran gastos tales como la contratación de personal, nutriólogos en este caso. Mientras que a largo plazo planear evitar el gasto de recursos de las instituciones de salud y gobierno en enfermedades crónico degenerativas derivadas de problemas nutricio. Ya que en la historia el manejo de presupuestos para esta clase de apoyos ha sido casi siempre sobre pasado muestra de ello es la desaparición de CONASUPO, dándole lugar a SEDESOL, que tienen un fin similar “adaptado” a las necesidades actuales del país.

Particularmente en México nos encontramos con un contraste impresionante debido a que por una parte se cuenta con el 1er nivel de obesidad a nivel mundial mientras que a su vez también aunque en menor grado aparece la desnutrición en los grupos vulnerables : ancianos como niños. Muestra de que entonces los programas no son suficientes, ni son adecuados o en su caso no están bien ejecutados. Las políticas sociales implementadas en nuestro país por los gobiernos centrales o federales desde la época colonial hasta la Reforma fueron fundamentalmente de tipo caritativo o benefactor. En un principio, la tradición caritativa estuvo e n manos de la Iglesia y, en menor medida, de instituciones de beneficencia subsidiadas por el gobierno. A mediados del siglo XIX, el Consejo Superior de Salubridad comenzó a instalar hospitales públicos y como resultado de las Leyes de Reforma, en 1861 se creó la Junta de Beneficencia Pública, dando inicio así a la secularización de la política social. En la misma época, los gobiernos republicanos importaron víveres para combatir las crisis alimentarias.(ENSANUD, 2010)
Remontándose un poco a la historia debido a los severos problemas de desnutrición que se sufría en décadas pasadas, se implementaron programas como los tortivales (CONASUPO puso en marcha el Programa Maíz-Tortilla con el uso de Tortibonos y, posteriormente, tortivales. Debido a problemas con los criterios de inclusión de los beneficiarios, e l programa, que fu e rediseñado con el apoyo del Banco Mundial, reinició en 1990 con el nombre de “Programa de Subsidio al Consumo de la Tortilla”, con un esquema de subsidios selectivos y dirigidos), desayunos a precios sumamente accesibles proporcionados por el DIF que evidentemente ahora mismo no ayudaría a enfrentar el problema actual del país, lo cual explica que el momento histórico también es un fallo en la implementación de programas correctos, pues hasta hace unos años aún aplicaban los desayunos por parte del DIF, cuando se debería enfocar en la promoción de una educación alimentaria, que de manera conjunta con las políticas como “ No más comida chatarra en las escuelas” , se concientice y ahora si tenga una mayor trascendencia a que lo desarrollado solo quede en el congreso. Aunque las funciones concretas son las siguientes: operar los programas alimentarios, lo que implica, entre otras actividades, el diagnóstico y análisis de la situación actual del estado en materia de salud y nutrición, el diseño de planes anuales de trabajo y estrategias de operación, administrar, ejercer y aplicar los recursos provenientes del Ramo 33 Fondo V.i de acuerdo a la Ley de Coordinación Fiscal y normatividad vigente, supervisión de la operación de los programas y distribución de insumos en los municipios y comunidades, diseñar las estrategias necesarias que permitan, mediante acciones educativas y de participación familiar y comunitaria, promover una alimentación nutricionalmente adecuada entre algunas otras. (Dirección de desarrollo comunitario, 2008)

Si bien se es evaluado una fracción del país para determinar el estado de la población regularmente no tiene un impacto a menos que se le tenga continuidad y se revise a fondo según la zona, debido a que no se tienen los mismos alimentos en el centro que en las regiones secas del norte, donde el clima así como las políticas alimentarias pueden reincidir en la disponibilidad de estos pocos han sido los estudios del tipo históricamente se cuenta con el dato de la evaluación realizada por el instituto “Salvador Suviran”  donde destaca el maíz como parte de la dieta del mexicano, los niños de zonas rurales son más propensos a padecer mal nutrición entre algunos otros datos. (Coneval,2009)

Como ya se menciono uno de los errores más comunes a los que se enfrenta la generación de nuevos programas alimentarios es encontrado desde la planeación, ya que generalmente no son implementados por expertos en la materia tal como lo son los licenciados en nutrición; si no que al referirse a un tema de “salud” acuden al médico el que da un aporte muy generalizado. De la mano de ello también se debe tomar en cuenta que pocas son las veces de que este profesionista sepa como atacar el problema de raíz.

En contraste se cuenta con el Programa de Abasto Social de Leche (PASL), a cargo de LICONSA, tuvo su origen en 1944 con la inauguración de la primera lechería de la empresa pública NADYRSA, posteriormente convertida en CEIMSA y que, en 1962, se transformó en la CONASUPO, en cuyo seno se creó, al año siguiente, la Compañía rehidratadora de Leche. En 1972 el PASL tuvo un importante impulso con la creación de “Leche Industrializada CONASUPO” y, posteriormente, en enero de 1995, el programa cambió de sector al pasar de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial a la SEDESOL. Ese cambio determinó su desincorporación como filial del Sistema CONASUPO y, con ello, la sustitución de su razón social a la actual LICONSA. Uno de los programas con más éxito de los últimos tiempos, aunque como todo con sus fallas como ejemplo la generalización del beneficio puesto que no se hacen estudios socioeconómicas si es que en verdad se requiere de este apoyo  o no ,el único condicionante es ser : Niña o  niño de 6 meses a 12 años de edad, mujer adolescentes de 13 a 15 años, mujer en periodo de gestación o lactancia, mujer de 45 a 59 años, enfermo crónico y personas con discapacidad mayores de 12 años., adulto de 60 y más años. aún con todo esto se ha mantenido y tiene 2.8 millones de beneficiarios.

Por tanto, es fácil percatarse de la falta de programas adecuados tanto a presupuesto, necesidad y aplicables a la población mexicana, ya  que un programa que funciono en cualquier otro lugar del mundo no precisamente tendrá éxito aquí debido a que los factores que conllevan a lograrlos no son los mismos.
Para efectuar un programa y proponer políticas alimentarias adecuadas se debe estudiar previamente a la población llevando a cabo una evaluación que permita realizar la planeación de la intervención, debe realizarse por nutriólogos, no por médicos; puesto que tal vez se ahorre presupuesto a corto plazo pero a largo plazo tal vez sea la solución de la implementación de programas alimentarios con continuidad y con éxito.

Algo definitivamente favorecedor es que se creara un comité de vigilancia para optimación y no desviación de recursos ya que la mayoría de las veces son utilizados para los fines iniciales, ya que personas que estuvieron cerca a los programas tales como el subsidio de maíz de CONASUPO mencionan que los acaparadores compraban a los productores por un precio denigrante, y posteriormente revendían al gobierno.
En definitiva son temas de interés social y político pero son regularmente minorizados, y dejados en planes, quizá con suerte son echados a andar y desertados en el camino, pocos son los que se logran consumir y mantener.

 

 

 

BIBLOGRAFÍA

1.    Barquera Simón, Rivera-Dommarco Juan, Gasca-García Alejandra. Políticas y programas de alimentación y nutrición en México. Salud pública Méx  [revista en la Internet]. 2001  Oct [citado  2013  Sep  30] ;  43(5): 464-477. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0036-36342001000500011&lng=es.

2.    Consejo Nacional de evaluación de la política de desarrollo social. Informe de la evaluación  histórica de la situación nutricional de la población y programas de alimentación, nutrición y abasto en México. 2009;:1-116.

3.    Dirección de alimentación y desarrollo comunitario. “Lineamientos de la Estrategia Integral de Asistencia Social Alimentaria”. 2008;

 

4.    FAO, Instituto nacional de salud pública, Sagarpa, Sedesol. Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en México 2012.2012; 1-285.

5.    Liconsa abasto social de leche [homepage on the internet] México : 2013c [ 2013] Consultado  [2013 septiembre 25]  http://www.liconsa.gob.mx/programa-de-abasto-social/consulta-tramites-y-requisitos/incorporacion-de-nuevos-integrantes-de-las-familias-ya-inscritas-en-el-padron-de-liconsa/

6.    Vanguardia [homepage on the internet]. México: Periodista Vanguardia ; 2013c [ 2013 enero 24; Consultado[2013 septiembre 28] Disponible en: http://www.vanguardia.com.mx/XStatic/vanguardia/template/nota.aspx?id=1467394

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